Consejos para cultivar plantas en contenedores

L’ uso de jarrones, jardineras y contenedores de todo tipo nos permitieron llevar una pequeña parte del jardín a nuestras casas en los núcleos urbanos. Esto es algo que todo el que ama un balcón o una terraza de buen tamaño lo sabe muy bien, pudiendo tener una gran variedad de plantas de todo tipode vegetales, arbustos e incluso árboles pequeños.

Sin embargo, un suelo natural siempre será una superficie que permita un mayor desarrollo de cualquier planta, reduciendo su dependencia de nosotros para controlar el agua, la oxigenación, los nutrientes y un gran número de variables adicionales.

Sin embargo, esto no será un problema si conocemos los principales consejos generales para cultivar en maceta, que hemos querido destacar en este artículo que os presentamos.

Características del cultivo en contenedores

Una maceta, como tal, es un recipiente que permite almacenar un sustrato para favorecer el crecimiento de una planta, con sus raíces, en cualquier lugar y con total movilidad. Para ello, dicho contenedor debe contener volumen suficiente para el correcto desarrollo radicular y agujeros en la base para permitir la salida de agua y sales que se mueven en el sustrato.

En cuanto a los tipos y formas, los hay de todo tipo. Los de siempre se fabricaban con materiales porosos y estables a los cambios de temperatura, como la cerámica, pero hoy en día los de plástico han ganado la partida por el menor peso y el menor coste. Su diversidad es tan alta que podemos jugar con colores, tamaños y formas, pudiendo elegir entre una gran variedad de opciones en webs como Maceteros.pro.

En los últimos años también podemos encontrar algunos que también tienen medidores de humedadpara informarnos más fácilmente cuando y cuanto regar. De hecho, esta operación es la que requiere un mayor número de enredaderas (hortalizas), ya que las raíces, al estar contenidas en una pequeña superficie, son mucho más sensibles al estancamiento y la pudrición, una de las causas más comunes de que acaben secándose. una planta.

Ventajas de sembrar en macetas

los plantadores ofrecer múltiples beneficiosla principal es la posibilidad de poder cultivar en entornos urbanos como terrazas, balcones o incluso dentro de casa.

  • Movilidad total de nuestra planta para poder cambiar la exposición a la luz y la temperatura.
  • Bajos costos de mantenimiento y variedad de opciones de sembradoras.
  • Mayor control de plagas y enfermedades, fertilización y riego.

Desventajas de las plantas en contenedores.

Como mayor desventaja, un sembrador nunca podrá lograr la diversidad de variables que se encuentran balanceadas en un suelo, tales como pH, desarrollo microbiológico, filtración de agua, simbiosis vegetal y un largo etc.

  • Reducción del volumen de la superficie radicular.
  • Mayor dependencia del riego, que requiere más control de volumen y frecuencia.
  • Necesidad de renovar periódicamente el soporte, con mayores costos.
  • El desarrollo de las plantas, en general, es inferior al de las que crecen en suelo normal.

Consejos prácticos y consejos generales.

Los principales consejos para cultivar en maceta están muy relacionados con manejo del riego y elección de un buen tipo de sustrato. La ubicación y la exposición son menos esenciales, pero siguen siendo importantes.

drenaje del vaso

Drenar el exceso de agua es extremadamente importante para evitar el colapso y la pudrición de las raíces. Y no basta con hacer muchos agujeros en la base del jarrón. Si son muchos, el drenaje será tan alto que aumentará la frecuencia del agua de riego y, con ello, nuestra adicción y nuestro tiempo.

Sin embargo, si tenemos muy pocos agujeros en la base, el drenaje se reducirá considerablemente y habrá una tendencia a acumular agua y generar podredumbre y aparición de enfermedades.

Para sacarle el máximo partido, hay que esperar agua desagüe con un mínimo del 5% y un máximo del 10% del agua utilizado y no debe tardar más de 5 minutos en salir de la olla.

como regar

El control del riego es uno de los factores más importantes en el cultivo en macetas. Es, de hecho, la causa de mayor mortalidad en este tipo de plantas, casi siempre por exceso. Y es que solemos usar mucho y con frecuencia el agua cuando vemos la superficie del sustrato seco y no prestamos atención al interior, que es donde realmente están las raíces.

Por otro lado, las plantas no ayudan cuando mostrar síntomas de ahogamiento, ya que los síntomas son muy similares a los de la falta de agua. Debilitamiento general, hojas caídas y manchas marrones flácidas que, en algunos casos, se pueden confundir con falta de agua, por lo que añadimos más y agravaremos el problema.

Para superar este problema te damos algunos consejos prácticos sobre cuánta agua usar, y en nuestro blog no basta con decir “regar con moderación y sólo lo que la planta necesita”.

Cantidad de agua

Como regla general, se debe regar entre 1/3 y 1/5 del volumen de la maceta. El mayor volumen de agua se destinará a las plantas caducifolias, fructíferas y con mayor necesidad de humedad, y el menor volumen a las especies adaptadas a la sequía, como cactus, suculentas, coníferas o plantas herbáceas de hojas estrechas.

Por ejemplo, si tenemos una maceta de 5 L de volumen donde hemos cultivado una planta de pimiento, regaremos con 1 litro de agua. Si tenemos un sustrato de calidad, esperaremos a que escurra un poco de agua por el fondo de la maceta unos minutos después. Si escurre muy rápido, necesitamos aumentar la presencia de turba o fibra de coco en la maceta. Si escurre muy lentamente, hay que añadir materiales porosos como arena, perlita o grava.

Saber el volumen de nuestro jarrón es muy sencillo ya que muchos lo suelen poner grabado en plástico o cerámica. Si no, verifique con una taza de medir.

Frecuencia de riego

Allá frecuencia de aplicación de ello dependerá la conservación de la humedad en nuestra maceta, y esta es consecuencia directa de la exposición al sol, la temperatura ambiente y el volumen de las raíces. La forma más sencilla de conocer esta frecuencia es introducir nuestro dedo dentro del sustrato. 3 cm de profundidad serán suficientes. Nuestra yema es bastante sensible a la humedad, por lo que notaremos si todavía hay agua presente.

Si quedan restos de tierra húmeda en el dedo, retrasaremos el riego un día más. De lo contrario, si la tierra está seca y se desprende con mucha facilidad de nuestro dedo, tendremos que regarla.

De esta forma, a medida que adquiramos experiencia, no habrá necesidad de controlar continuamente la humedad y se llegará a una frecuencia de riego estándar en función de la época del año.