cultivo de la Ficus benjamina es símbolo de majestuosidad, dado el gran tamaño y esplendor que da este árbol cuando se planta en el jardín. De hecho es el árbol que representa a la capital de Tailandia, Bangkok. Sin embargo, aunque hablamos de una zona muy tropical y de altas temperaturas, hoy en día se ha adaptado en muchos países, entre ellos España, donde forma parte de muchos jardines de las principales ciudades.
Su gran altura y el desarrollo de las hojas ofrece una sombra perfecta para parques y jardines. En los primeros años de crecimiento debemos darle cariño con los principales cuidados, así como un aporte continuo de abono y un riego perfecto para que pueda desarrollar al máximo sus grandes raíces.
En definitiva, te ofrecemos una completa guía sobre cómo cuidar y mantener un Ficus benjamina para que él sea el rey de tu jardín.
Características de la Ficus benjamina
El nombre científico de este tipo de Ficus es ficus benjamina, aunque en algunas zonas de Sudamérica se le conoce como boj, laurel de indias o matapalo. Su área de desarrollo inicial fue el sudeste asiático, aunque la especie también apareció en Australia.
A día de hoy podemos verlo crecer espectacularmente en diferentes zonas como Tenerife (España), todos los países de Sudamérica, Bangkok (Tailandia), etc. Para tener una idea de su capacidad de crecimiento y adaptación.
este genero arbol ficus puede alcanzar los 20 metros de altura, incluso si un crecimiento lento. Cada tallo emite una gran cantidad de hojas, generando así mucha sombra. Bien podado, deja suficiente espacio para actividades y transitabilidad en los primeros 5 metros desde el suelo.
El Ficus benjamina no tiene una floración espectacular y no es un árbol que destaque por su aspecto ornamental decorativo. Más bien es un gran activo del jardín por la importancia de su tamaño y el llamativo aspecto de su tronco y raíces, muchas de ellas poco profundas.
cuidado principal
Como dicen, el Ficus benjamina puede crecer muchos metros y prácticamente es autosuficiente (desarrolla gigantescas raíces que cubren muchos metros). Sin embargo, en los primeros años podemos ayudarlo a promover el crecimiento y acelerar el desarrollo.
Así mismo también se puede adaptar su cultivo en ollapor lo que si necesitará algún pequeño mantenimiento.
Para ello, veremos los principales tratamientos, los más importantes serán los dedicados al suministro de agua y fertilizantes.
Climatología
Una de las ventajas que ofrece este Ficus es su capacidad de adaptarse a un amplio rango de temperatura, hecho ya contemplado desde sus primeros años. Prefiere climas cálidos (piense en América Central, Tailandia, las zonas áridas de Australia, etc.)
Sin embargo, en el estado adulto, es capaz de soportar heladas intensas. Tampoco produce flores grandes, que es la parte de la planta más sensible a las bajas temperaturas.
En cuanto a la humedad, prefiere zonas donde no haya mucha sequía ambiental, aunque se adapta perfectamente a zonas secas con escasas precipitaciones, y también cerca de zonas costeras (con vientos salinos).
Como planta en maceta de interiorcolócala en la zona más luminosa y alejada de aires acondicionados o radiadores, que resecan mucho sus hojas.
que tierra elegir
Cualquier tipo de suelo es apto para plantar Ficus benjamina. Al trasplantar, en los meses de primavera y otoño, es recomendable añadir un poco de sustancia orgánica o compost descompuesto.
Esta táctica le ayudará a generar las primeras raíces y adaptarse más rápidamente al entorno.
No tenga problemas para cambiar su suelo si es más arenoso, franco o arcilloso o si tiene un pH alto o bajo. Al fin y al cabo, el desarrollo de este árbol será prácticamente el mismo, aunque habrá que jugar con la cantidad de agua y fertilizantes para hacer las correcciones necesarias.
Riego y fertilización
Una de las condiciones más importantes a respetar en los primeros años de vida del Ficus benjamina es el mantenimiento de uno buena hidratación del suelo, conocida como capacidad de campo. En definitiva, evitar largos periodos de sequía y, posteriormente, momentos de mucha humedad que debilitan y pudren las raíces.
- En veranoproporcionaremos de 2 a 3 riegos semanales intensos que empapen bien la tierra y favorezcan que las raíces se desplacen a otras zonas en busca de más humedad.
- En invierno1 riego por semana en zonas de escasa pluviosidad, y ninguno en época de lluvias (más de 5 mm por semana).
Es importante proporcionar fertilizante en los primeros años de vida para promover el crecimiento. Fomentaremos un tronco principal más grueso y fuerte y una producción de ramas más frondosas, con más cobertura y sombra.
Fertilizantes granulares liberación lenta son perfectos para su desarrollo. Se suministran a finales de invierno (cuando las raíces empiezan a moverse) y se solubilizan con el agua de riego proporcionada o por la lluvia.
UN fertilizante recomendado para este cultivo es, por ejemplo, un NPK 12-6-17 con magnesio, azufre y micronutrientes. Esta proporción de nitrógeno, fósforo y potasio asegura una buena producción de cogollos leñosos (futuros tallos y hojas), aumenta la producción de nuevas raíces y mantiene la planta resistente.
LA micronutrientes prevenir la formación de clorosis o palidez de las hojas, como la clorosis férrica común en este tipo de cultivo.
Para ejemplares jóvenes (menos de 2 metros de altura), aplicar de 1 a 1,5 kg alrededor del tronco desde marzo. Gradualmente se irá liberando con la humedad generada por el riego suministrado o la lluvia.
Multiplicación
Uno de los métodos más prácticos y que mejores resultados ofrece a la hora de multiplicar la Ficus benjamina es cortar el brote terminal.
Este proceso consiste en la selección de un tallo joven (pero perfectamente formado) de unos 20 cm, que introducimos en un medio con agua (y si es posible, hormonas de enraizamiento) hasta que se formen las primeras raicillas blancas.
A partir de aquí, se trasplanta a un sustrato húmedo (preferiblemente fibra de coco o perlita, debido a su capacidad para almacenar humedad con un excelente drenaje). favorecer el desarrollo de estas raíces.
Consejo: En esta operación es importante que el sustrato esté siempre húmedo, por lo que tendremos que añadir agua cada 2 o 3 días y asegurarnos de que nunca se seque.
Llagas y enfermedades
Es muy común en el Ficus benjamina ver parásitos que explotan los jugos celulares de los nuevos brotes, como el pulgón (especie que ataca prácticamente a todas las plantas) y la cochinilla.
Notarás hojas pegajosas en el tuyo. ficus benjamina, una señal de que estos insectos están extrayendo los jugos azucarados y debilitando lentamente la planta. Por lo tanto, estos azúcares atraen hongos que se depositan fácilmente, como Audaz.
El exceso de humedad puede causar debilitamiento y raíz podrida. Existen numerosos hongos descritos que actúan cuando hay falta de oxígeno en el suelo por problemas de drenaje y alta presencia de agua, conocidos como enfermedades del cuellocomo el Phytophthora.
Otros árboles del género ficus
El género ficus es muy amplio. Aunque en este caso hablamos de Ficus benjamina, encontramos otras especies de similar tamaño y crecimiento. Además, muchas de ellas son muy diferentes entre sí, tanto en la forma y disposición de las hojas, como en el tronco e incluso en el crecimiento.
Hay un mundo por describir, donde ni siquiera acaba en la especie Ficus benjamina.
- ficus lirata
- ficus ginseng
- ficus elastica
- ficus carica
- Ficus microcarpo
- ficus rubí
- ficus pumilla
- ficus alli
- ficus racemosa
- Ficus cyathistipula
- ficus petolaris
- ficus altissima
- Ficus umbellata
- ficus americano
- ficus daniela
- ficus auriculata
- ficus oblicuo
- virus ficus
- ficus insipida
- máximo de ficus
- ficus drupacea
- ficus salicifolia
- Ficus obtusifolia
- ficus ingens
- ficus religiosos
- ficus amstel
- ficus hawaiano
- ficus diversifolia
- ficus maclellandi
- ficus palmeri
- ficus crudo
- ficus natalensis
- ficus aurea
- ficus panda
Algunos ejemplos en las imágenes (aunque hay muchos más).
Ficus benjamina en bonsái
El ficus, por su aspecto y la disposición de las hojas, es un árbol que se presta a los cuidados en forma de bonsái. Es el ficus benjamina que el ficus ginseng ofrecen buenos resultados para los amantes de esta cultura del bonsái.
Controlando su crecimiento se consiguen auténticas maravillas de este árbol que se puede cultivar en interior. En este caso es importante controlar la poda para regular el balance energético de la planta y evitar que crezca demasiado vertical.
Asimismo, la Ficus benjamina es perfecto para una planta de interiorya que al limitar el desarrollo de sus raíces y con poco mantenimiento, se convierte en una planta ideal para oficinas y ambientes de trabajo.