Allá cultivo hidropónico de lechuga viene a cubrir las necesidades alimentarias de la civilización moderna. Sin embargo, el concepto de hidroponía o acuaponia es muy técnico y en muchos casos no le da al ciudadano medio la oportunidad de ponerlo en práctica.
Es precisamente el objetivo de este artículo, donde queremos desmitificar la alta tecnología que debe traer, en particular un cultivo como la lechuga hidropónica, para ofrecerlo a cualquier persona, ya sea que viva en la ciudad o en el medio rural.
Cultivar en sistemas hidropónicos permite aumentar la superficie de plantación (número de plantas por metro cuadrado) y evitar problemas causados por suelos desnaturalizados y problemas de hongos.
Por otro lado, también implica una serie de complicaciones que deben ser resueltas y preparadas, como la preparación exacta de las dosis de fertirrigación y riego.
Ambas características, en un medio amortiguador como el suelo, nos permiten fallar y no tener consecuencias graves. Sin embargo, en lechugas hidropónicas prácticamente supondrá terminar el cultivo sin arrancar una mísera hoja.
¿En qué consiste el sistema hidropónico?
Como tal, el concepto de hidroponía o cultivo hidropónico es utilizar un medio inerte que no sea suelo agrícola para cultivar cualquier planta.
Lo primero que puede venir a la mente es el concepto de raíces flotando en el agua con la solución nutritiva, sin embargo esto no es del todo cierto. Este concepto se llama acuaponia.
Lo que llamamos hidroponía es el término general para describir cualquier situación en la que una planta se cultiva en un medio que no sea el suelo.
Por lo tanto, el método hidropónico más importante es en un medio inerte (o casi inerte) como perlita, fibra de coco, vermiculita, cáscara de arroz, etc.
En el caso de la lechuga hidropónica, lo más habitual es en medio acuapónico donde las raíces se desarrollan en contacto directo con la solución agua + fertilizante. Es una solución recirculante que se repone y renueva cada cierto tiempo, cuando se acumulan excesivas sales en ella o cuando aumenta la conductividad.
Ventajas del cultivo hidropónico
semillas de lechuga hidroponica
No existe una variedad específica de lechuga que esté totalmente adaptada a un sistema hidropónico. Todos los existentes se pueden utilizar según nuestros gustos.
Lo que puede cambiar (aunque no siempre es así) es la estructura de plantación o el número de semillas que tenemos por metro cuadrado.
Cuando germinamos una semilla de lechuga hidropónica, tardamos de 12 a 20 días en sacar la plántula, dependiendo del clima y, sobre todo, de la temperatura.
Una vez que tengamos una plántula de lechuga lo suficientemente grande, podemos trasplantarla directamente a nuestro sistema hidropónico.
Si utilizamos un sustrato, el más utilizado es la fibra de coco, que puedes comprar en cualquier tienda especializada o de bricolaje.
Producción de plántulas de lechuga.
Muchos de los sistemas de cultivo de lechuga más técnicos se han adaptado para servir al agricultor común o urbano. Por tanto, el cultivo hidropónico de lechugas se puede realizar fácilmente en nuestro balcón o terraza.
La mayoría de los sistemas de trabajo vienen con un manual de instrucciones e incluso preparan la solución de fertilizante para que coincida con el pH final y la concentración de nutrientes sin equivocarse.
El mayor quebradero de cabeza es preparar la solución nutritiva que necesitará el cultivo de lechuga y ajustarla al pH requerido para evitar problemas.
Lo podemos comprobar con las siguientes soluciones nutritivas propuestas y la medida de pH y conductividad eléctrica (mS/cm).
Si no tenemos la capacidad de hacer solución nutritiva de lechuga hidropónica, tenemos varias opciones de compra.
Solución nutritiva de lechuga hidropónica
La importancia del pH
Controlar el pH es fundamental para evitar quemar las raíces de la lechuga hidropónica y permitir la máxima solubilidad y asimilación de los nutrientes.
Por este motivo es fundamental tener a mano un aparato para medir el pH y fertilizantes para corregir las desviaciones que se puedan producir. Asimismo, todos estos requisitos deben ser adaptados luego a la solución nutritiva (a continuación te daremos algunos ejemplos).
Según el cultivo se recomienda un pH u otro, que se agrupan de la siguiente manera.
pH entre 4,5 y 5,5: cultivos ornamentales como lirios, helechos, azaleas, rododendros, camelias, etc.
pH entre 5,5 y 6,5: la mayoría de los cultivos de producción, como sandía, melón, tomate, pimiento, pepino, lechuga, etc.
Ejemplos de soluciones nutritivas
La cantidad de fertilizantes a añadir dependerá en cada momento de las características del agua.
Dependiendo de la zona en la que nos encontremos puede llegar mucho calcio, magnesio o sodio. Esta cantidad se puede medir en meq/L, mmol/L o ppm, e implica la posterior sustracción de la carga de fertilizante (con el ahorro económico que ello conlleva).
Solución nutritiva 1 (Bechhart and Connors) para lechuga hidropónica
Para 200 L de agua, disuelva las siguientes cantidades de fertilizantes:
- Nitrato de calcio: 486 gramos
- Sulfato de magnesio: 114 gramos
- Fosfato monopotásico: 57 gramos
- Sulfato de amonio: 30 gramos
Solución nutritiva 2 (Universidad de California) para lechuga hidropónica
Para 200 L de agua, disuelva las siguientes cantidades de fertilizantes:
- Nitrato de calcio: 90 gramos
- Nitrato de potasio: 90 gramos
- Fosfato monoamónico: 20 gramos
- Sulfato de magnesio: 30 gramos
Lechuga hidropónica en casa
Podemos hacer que nuestro sistema de lechugas hidropónicas sea tan complicado como queramos. Si queremos comprar directamente, existen mesas de cultivo hidropónico o bolsas NGS para hacerlo directamente.
Si queremos ir manual, también tenemos la posibilidad de crear nuestra propia bandeja por donde circulará la solución nutritiva, que cambiaremos cada 15 días.
Para el cultivo de lechugas hidropónicas, lo más habitual es el que se realiza (de forma casera) a partir de tuberías o bajantes de las casas.
Su mejor opción es ver un video para ver cómo se construye paso a paso.