El mantenimiento de un jardín se necesita tiempo y dinero. Esta es una premisa imborrable. No obstante, dependerá de si tu jardín tiene césped y especies de mayor necesidad o si es un jardín xerofito, el uso de más o menos tiempo.
En cualquier caso, ambos requieren un número mínimo de herramientas de trabajo. Se trata de tijeras de podar, sierras, guantes, azadones, etc., que podemos automatizar con herramientas mecánicas.
En este artículo queremos repasar la inversión que se debe realizar para un correcto mantenimiento del jardín.
Inversión en instrumentos
herramientas de poda
Entre las herramientas de poda, las más baratas de comprar y con mejor depreciación son las tijeras de podar. Esta herramienta de jardín es manual y te permite cortar tallos de plantas herbáceas y pequeñas ramas lignificadas de árboles sin demasiado esfuerzo.
Sin embargo, cuando necesitamos podar ramas engrosadas de más de 2 cm de diámetro, debemos recurrir a vio o su hermana motorizada, la sierra eléctrica. Según la marca que elijamos y la frecuencia de trabajo, encontraremos algunos a buen precio. Puedes ver el ranking de motosierras para adaptar la compra a las condiciones de tu jardín.
No se recomienda usar el hacha para material vegetal vivo, ya que los cortes al ser repetitivos no salen limpios y dañamos en exceso el árbol. Esta herramienta solo se recomienda para madera muerta (leña).
herramientas de limpieza
Mantener un jardín curioso requiere barrer el polvo, quitar hojas y ramas, especialmente cuando llega el otoño y los árboles de hoja caduca están ocupados. Por ello, actualmente existen herramientas que facilitan la tarea, más que la tradicional escoba y recogedor.
Hoy podemos disfrutar de la barredoras de jardín, conducidas por nosotros y sin consumo eléctrico por un precio entre 150 y 300 euros, pero son aptas para grandes superficies. Disponen de rodillos de limpieza y recogen la suciedad en un depósito interno.
Las hojas y restos orgánicos se pueden utilizar y reutilizar para hacer abono o mantillo en los árboles. Con la acción de la lluvia y los microorganismos, se descomponen lentamente y aportan nitrógeno, fósforo y potasio al suelo para la nutrición de las plantas.
En caso de que tengas muchos árboles Para las plantas de hoja caduca de tu jardín, es recomendable buscar un soplador de hojas que te facilite el trabajo y acumule todos los restos orgánicos en una pila para su posterior eliminación.
Herramientas de mejora del suelo
La tierra agrícola es una de las principales afectadas por el cambio climático. Tanto la desertificación como el deterioro de la calidad del agua y la erosión provocan la pérdida diaria de grandes extensiones de tierra cultivable.
En nuestro pequeño paraíso, el jardín, debemos hacer todo lo posible para mantenerlo en perfectas condiciones. Es decir, en estado fértil. La fertilidad de un suelo se mide por la cantidad de materia orgánica que posee y por su capacidad de intercambiar nutrientes entre este medio y las raíces de las plantas.
Técnicas como el arado o la movimiento de tierrasla reducción del uso de fungicidas, evitar los monocultivos o la adición periódica de materia orgánica son estrategias que garantizan un óptimo estado de salud de nuestro suelo.
Para todas las tareas de mantenimiento, necesitaremos al menos una azada. Con él podemos desyerbar, plantar y eliminar cualquier especie o preparar el suelo para la llegada de nuevos cultivos.
En parcelas más grandes, podemos utilizar motocultores o cultivadores rotativos que, utilizando energía procedente de combustibles fósiles, hacen el trabajo con poco esfuerzo y más rápido.
Inversiones en plantas
La renovación de especies vegetales en el jardín también representa una inversión adicional que tenemos que hacer casi todos los años.
Uso y explotar las semillas nos ayudará a reducir este coste, aunque también encontraremos especies que requieren la compra de plantas en viveros o tiendas especializadas.
Para la preparación de un huerto con plantas hortícolas, en la mayoría de los casos, la inversión en semillas es baja, ya que en 1 bolsa podemos encontrar cientos o miles de semillas.
En el caso de los bulbos y tubérculos, si no los hemos podido guardar de años anteriores, la inversión será ligeramente superior. Es el caso, entre otros, de la patata, el ajo, la cebolla, las habas o los guisantes.
Llegados a este punto, una adecuada planificación nos ahorrará gastos innecesarios por adquirir semillas y plantas que luego no utilizaremos.
Capital humano
Finalmente, el capital humano es un costo adicional. En jardines pequeños, con nuestro tiempo y esfuerzo y sumando el de nuestros familiares o amigos, será más que suficiente para el mantenimiento del jardín.
Sin embargo, si nuestro jardín es grande (más de 5.000 m2), necesitaremos colaboradores y jardineros pagado. La poda de árboles altos, palmeras, la preparación del suelo y la recolección de algunos árboles frutales requieren mano de obra adicional a la nuestra.