Comenzamos este artículo hablando de una planta apta para el jardín y para cultivar en maceta. Se le conoce como ciclamen y abarca un amplio abanico de especies, aunque la más común y utilizada como planta ornamental es Ciclamen persicum.
En esta ficha te contamos las principales características de la planta y los principales tratamientos. Aunque se considera una especie resistente, algunas tienen dificultades para crecer cuando las hojas comienzan a ponerse amarillas o se caen. Por eso, vamos a dar algunos consejos para evitar este tipo de situaciones y cómo corregir cualquier problema en el cuidado del ciclamen.
Características de la planta ( Ciclamen persicum)
Nombres comunes: ciclamen, artánita o pan de cerdo.
taxonomía
- Pedido: ericales
- Familia: Primuláceas
- Tipo: Ciclamen
- Especies: Ciclamen persicum
Cómo cuidar la planta de ciclamen
Hablamos de una planta rústica con pocos cuidados. Las principales atenciones hay que vincularlas al aporte de riego y clima, sobre todo cuando la cultivamos en maceta. Una condición que debemos tener en cuenta es que esta planta crece todos los años. Por lo general, mucha gente la desecha después de la floración, ya que su desarrollo es menor.
Si queremos conservarla unos años más, debemos quitarle el tubérculo y guardarla hasta la próxima temporada, donde se plantará al principio de los meses fríos, en otoño.
Climatología
Temperatura
Cuando la cultivamos en macetas en interior, necesitamos mantener una temperatura constante en torno a los 20ºC. No le gustan las zonas muy calurosas, ya que el tiempo de floración se reduce notablemente.
Luz
El ciclamen persicum requiere luz, pero no sol directo todo el día. En el interior, es recomendable encontrar un área que tenga acceso a la luz pero alejada de las ventajas o la luz del sol.
Humedad
La humedad de la casa es suficiente para garantizar un ambiente apto para el ciclamen. Evite las áreas particularmente secas, con un promedio entre 65% y 75%. Sin embargo, no se recomienda la pulverización foliar para humedecer la planta, ya que favorece la descomposición de sus hojas.
Tierra
En exterior, el ciclamen se adapta bien a una gran variedad de suelos, pero siempre respetando la premisa de ser suelos sueltos y con buen drenaje. Por ello, son preferibles aquellas que tengan una textura arenosa y que vayan acompañadas de sustancia orgánica para facilitar el aporte de nutrientes.
Irrigación con ciclamen persicum
Uno de los aspectos más críticos del cuidado del ciclamen es la cantidad de agua y la frecuencia proporcionada. La mayoría de las especies cultivadas en casa sufren exceso de agua suministrada.
Se deben añadir pequeñas cantidades al sustrato, manteniendo la humedad constante. Una frecuencia de 1 o 2 riegos por semana en primavera y verano es lo ideal y en invierno regar solo cuando notemos el sustrato seco.
Para una maceta de 15 a 20 cm de diámetro, el aporte de agua puede ser como máximo de 500 ml.
Abonado
La planta es algo exigente en cuanto al aporte de nutrientes. Podemos aplicar fertilizantes líquidos o granulados desde la fase de crecimiento hasta el final de la floración, con una frecuencia de 15 días.
Los fertilizantes líquidos se suministran entre 1 y 2 ml/L de agua de riego, para no aumentar en exceso la conductividad.
Puedes usar esta opción:
Abono líquido para plantas de flor, NPK 7-4-6 + micronutrientes. Se aportan entre 1 y 2 ml/L de agua de riego.
Problemas relacionados con el cuidado del ciclamen
Cyclamen con hojas amarillas
El color amarillo de las hojas de ciclamen puede deberse a 2 motivos. Por un lado, si se esparce por toda la planta, puede que le falte luz. Deberá cambiar su posición y colocarlo en un entorno más brillante.
En cambio, si solo las hojas inferiores, más grandes y más viejas están amarillas, podría ser por un exceso de humedad en el sustrato. Si empiezan a ablandarse al tacto, seguramente los perderás y deberás moderar los riesgos, minimizándolos.
Si las hojas no son muy tiernas o suaves y conservan su rigidez, busque un área más fresca y mejor iluminada de la casa.
hojas caídas de ciclamen
El exceso de calor (recordar que su temperatura ideal es de 20ºC de media) y hay un exceso de humedad en el sustrato, las hojas inferiores, que inicialmente pierden su color verde original, se llenan de agua y acaban pudriéndose. Esto hace que caigan por su propio peso. Si la humedad persiste, el problema empeorará y se extenderá a las hojas superiores. Además del exceso de agua, actúan hongos en el cuello que se ven favorecidos por el exceso de humedad.
otras plantas de interior
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