Uno de los mayores quebraderos de cabeza a la hora de cultivar plantas hortofrutícolas son las plagas y enfermedades que las afectan. Sobre todo cuando estos cultivos se desarrollan a partir de la primavera, ya que con la llegada del calor se producen las mayores incidencias de insectos y ácaros como pulgón, cochinilla, araña roja, pulgón, mosca blanca y un largo etc.
Para combatir estos parásitos existe un producto muy interesante conocido como jabón potásicouna solución originalmente utilizada para limpiar superficies y que se elabora con bases alcalinas de potasio, de la misma forma que se preparan otros jabones.
Una de las ventajas de utilizar jabones potásicos es su certificación en agricultura ecológica, por lo que es una de las pocas soluciones a día de hoy, junto a las piretrinas, los extractos vegetales y las tierras de diatomeas.
Características del jabón potásico
Inicialmente, el jabón de potasio actúa contra insectos y ácaros de cuerpo blando, con poco o ningún impacto sobre organismos más grandes (como orugas, gorgojos, abejas, abejorros, etc.).
El jabón tiene la capacidad de ablandar el exoesqueleto, así como dificultar la capacidad respiratoria de los individuos y eliminar los huevos, lavando también la melaza que se produce en la alimentación de este tipo de parásito.
Por lo tanto, los organismos con otro tipo de exoesqueleto reforzado o un sistema respiratorio diferente son mucho más complicados de tratar con jabón potásico.
Su negocio, cuando aplicado por vía foliares puramente mecánico, por lo que no hay riesgo de que se genere resistencia o que el producto pierda su acción tras un uso repetido.
De hecho, para controlar parásitos como pulgón, mosca blanca o trips con este producto, sí. aconseja tener paciencia y repetir los tratamientos cada 3-5 días, ya que una vez aplicado no tiene actividad sistémica ni efectos posteriores.
Control de insectos y ácaros
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El jabón potásico es eficaz, en dosis altas, con insectos chupadores como pulgón, mosca blanca, trips, cochinilla y varios tipos de ácaros (araña roja, araña blanca, araña oriental, etc.).
También hay que tener en cuenta si tenemos fauna auxiliar, ya que el jabón no discrimina entre insectos buenos y malos. Los tratamientos a las dosis habituales con este producto pueden afectar al 50% de la población (categoría 2) de ácaros depredadores como amblyseius andersoni o Amblyseius swirskii. En insectos de mayor tamaño como mariquitas o encajes, la afección es menor, cuantificándose entre un 10 y un 15%.
Dosis utilizadas
Las concentraciones finales de los jabones potásicos son variables, aunque la concentración más habitual es la sal potásica al 50% como principio activo de ácidos grasos.
Por tanto, no podemos limitarnos a dar una recomendación del 1% al 2% (10-20 ml/L) en aplicación foliar, ya que depende de la concentración. Los productos comerciales que podemos comprar en cualquier tienda de jardinería online suelen ir en una concentración del 25%.
- Jabón potásico 50%: dosis recomendada de 2,5-5 ml/L (250-500 ml/hl)
- Jabón potásico 25%: dosis recomendada 1-2% (10-20 cc/hl).
En cualquier caso, al ser un producto inocuo para los organismos superiores, no supone ningún problema de toxicidad si se supera ligeramente la dosis. Lo que hay que tener en cuenta es que las aplicaciones frecuentes con este producto provocan el agrietamiento y endurecimiento de la superficie de la planta. Sin embargo, es mucho mejor eliminar por completo el parásito ante este mal menor.
En este caso, el fin justifica los medios.
Uso de jabón potásico contra pulgón
Uno de los principales usos del jabón potásico es combatir el pulgón, aunque también es eficaz contra la mosca blanca, la cochinilla y otros insectos chupadores con un sistema respiratorio y exoesqueleto similar.
A principios de la primavera, coincidiendo con la aparición de nuevos brotes y tallos, el pulgón suele concentrarse en los ápices de la planta, con una rápida multiplicación y alimentación.
Para el control de pulgón con jabón potásico es necesario realizar un mínimo de 3 aplicaciones foliares con una separación de 3 a 5 días para eliminar completamente adultos, huevos y estadios juveniles, así como limpiar la suciedad de melaza y cualquier hongo, como negrita, que puede haber aparecido.
Uso de jabones contra la mosca blanca
Otro parásito difícil de eliminar en agricultura ecológica que podemos combatir con sales potásicas es la mosca blanca. El principal problema que tenemos con esta plaga es su capacidad de vuelo, por lo que cuando detecta la presión del tratamiento foliar, inmediatamente salen volando los adultos, aterrizando de nuevo tras el tratamiento, cuando ya no hace efecto la acción de los jabones potásicos.
También es importante mantener una presión de tratamiento alta y apuntar a la parte inferior de la hoja, donde generalmente se encuentra la plaga. Se requieren repeticiones continuas hasta que observemos una alta incidencia del parásito.
Los formatos más vendidos
Producción de jabón potásico.
Como comentábamos anteriormente, los jabones potásicos nacen de la combinación de grasas de origen vegetal con una solución altamente alcalina como la hidróxido de potasio (KOH), con una alta concentración de potasio, hasta un 50% p/p.
Por tanto, para su elaboración solo se necesitan estos 3 ingredientes:
- Hidróxido de potasio (KOH)
- Cascada
- Aceite vegetal
La proporción es de 6 partes de hidróxido de potasio, 1 parte de agua y 1 parte de aceite vegetal (oliva, girasol, maíz, palma, colza, etc.). El resultado es una masa pegajosa que se puede diluir en agua destilada o alcohol para su solubilización y aplicación foliar. Ten en cuenta que el hidróxido de potasio es altamente alcalino, con un pH de 14, produce quemaduras y gases totalmente tóxicos al ser inhalado.
En cualquier caso, salvo que tengamos conocimientos químicos, siempre es recomendable adquirir la formulación ya preparada, a la máxima concentración, con materiales muy puros y certificados reglamentarios.