El género Camelia puede que no se nos ocurra hasta que confirmemos que estas especies pertenecen a lo que se conoce como el árbol del té. El género Camelia es el gran representante de las variedades originarias de Asia y utilizadas para la producción de diferentes variedades de té.
Entre ellos, las especies Camellia sinensis es la que cobra protagonismo ya que es la variedad principal a la hora de aprovechar sus hojas y tallos para hacer té.
En esta guía sobre el género Camellia queremos presentarte todas las variedades y los principales tratamientos que tienen todos los ejemplares que lo componen. No todo, sin embargo, tiene que ver con las infusiones, ya que algunas variedades, como la camelia común ( Camelia japonica) se utilizan como planta ornamental para el cultivo en maceta, debido a su espectacular floración.
Principales características de las camelias
A nivel ornamental, la especie más conocida, alejada del mundo de las infusiones, es la camelia común ( camelia japónica). Se considera un arbusto o subarbusto que se puede plantar en maceta en sus primeros años, con hojas perennes y una floración espectacular.
Su origen es asiático, como la mayoría de las especies representadas por la familia de las teáceas ( teaceas). Los principales países donde se cultivan las camelias son Japón, Corea y China. Sin embargo, no es exclusivo ya que se puede cultivar en cualquier parte del mundo.
Al crecer de forma natural, puede alcanzar más de 3 metros de altura con relativa facilidad. Fue introducido en Europa a través de los jesuitas hace varios siglos.
Floración: Una de las opciones más interesantes para las camelias es su floración temprana, mucho antes de que las plantas comiencen a brotar y florecer a principios de la primavera. La camelia puede mostrar sus primeras flores antes de que finalice el invierno, dependiendo del rango de temperatura en el que la plantemos. En esta planta y sus subvariedades podemos encontrar flores de todo tipo, como la blanca, la rosada, la simple, la doble, etc.
variedad para elegir
camelia assimilis | camelia granthamiana | camelia reticulada |
Camelia lo acorta | Camelia grijsii | camelia rosa |
camelia caudal | camelia hongkongensis | camelia rústica |
camelia changii | camelia honkongensis | camelia salicifolia |
camelia chekiangoleosa | Camelia irrawadiensis | camelia saluenensis |
camelia crisantemo | camelia japonesa | camelia sasanqua |
camelia connata | beso de camelia | camelia semi-serrada |
camelia crapnelliana | camelia lutchuensis | camelia sinensis |
camelia cuspidata | camelia nokoensis | camelia taliensis |
Camelia eurioides | camelia oleifera | Camelia transnokoensis |
Camelia Forrestii | camelia parviflora | camelia tsaii |
camelia fraterna | camelia pitardi | camelia vietnamita |
Camelia furfuracea | camelia poliodonta | camelia yunnanensis |
Taxonomía de las camelias
- Pedido: ericales
- Familia: técee
- Tipo: Camelia
- Especies: camelia japónica
Guía de cuidado de la camelia ( camelia japónica)
Climatología
Temperatura
Este tipo de arbusto se adapta muy bien a todo tipo de clima, incluso si se beneficia de temperaturas que no superen los 30-35 ºC. Por este motivo se cultiva generalmente en la zona norte de España y en países algo más fríos.
Encendiendo
La situación ideal de la camelia en cuanto a iluminación es alcanzar una buena intensidad lumínica pero sin acceso directo a la luz solar, al menos en los primeros años de vida. el sol directo hace
Humedad
Su origen se establece en países subtropicales con un alto rango de humedad. Para un desarrollo óptimo de la camelia, la humedad relativa debe ser superior al 60 % de media. Puede verificar la humedad usando higrómetros de jardín.
En zonas especialmente secas, se recomiendan aplicaciones foliares o el uso de nebulizadores para aumentar la humedad relativa y evitar que las hojas se sequen en exceso.
suelo y sustrato
Uno de los principales requisitos de las camelias es un suelo con buen drenaje y carácter ácido, para disponer de todos los nutrientes solubles. Por tanto, la demanda de materia orgánica y turba es una buena forma de conseguir las condiciones del suelo que necesita esta planta.
En suelos calcáreos o de pH alto notaremos una pérdida del verde original de las hojas y una posible deficiencia de hierro, ya que este elemento es prácticamente insoluble cuando el pH sube por encima de 7.
A las camelias, en cambio, no les gustan los suelos con una excesiva concentración de conductividad, por lo que se recomiendan suelos sin acumulación de sales.
riego de camelia
Camellia es una planta a la que le encanta mantener un régimen de humedad constante durante todo el período de producción y floración. Por ello, adaptaremos la frecuencia de riego para evitar que la tierra se seque entre riego y riego.
Un plan general de riego para la camelia, que tendremos que adaptar según las condiciones de temperatura de nuestro entorno y la textura del suelo, es el siguiente:
- Riego en primavera y verano: 2 a 3 riegos por semana, 4 a 8 L/planta.
- Riego en otoño e invierno: 1 a 2 riegos por semana, 4 a 8 L/planta, reduciendo la cantidad y frecuencia en función de las precipitaciones.
Abonado
Se recomienda alimentar las plantas con brotes de primavera, porque su demanda de nutrientes es moderada. Para ello, podemos aplicar los primeros abonos (líquidos o sólidos) cuando veamos hincharse los botones florales, señal de una futura floración.
Para ello, podemos inyectar el abono a través del sistema de riego o añadirlo mediante abono granulado, alrededor del tronco, 2 o 3 veces al año desde principios de primavera. A la hora de elegir el abono buscaremos uno equilibrado especial para plantas con flores, como la camelia.
Tenemos las siguientes alternativas:
En el caso de fertilizante granulado, aplicaremos 100 g alrededor del tronco principal antes de que aparezca la primera flor, realizando otra aplicación con la misma cantidad a mediados de verano.
Ten en cuenta que también es recomendable utilizar quelato de hierro, sobre todo en suelos poco ácidos, ya que la camelia lo requiere con mucha demanda y su ausencia puede provocar clorosis férrica y amarillamiento de las hojas.
Multiplicación de camelias
El método de propagación más utilizado es por esquejes, que representan alrededor del 70% de las plantas de camelia reproducidas. De esta forma podemos conservar las características originales de la planta madre.
Para lelo seleccionamos esquejes semileñosos de 10 a 15 cm, dejándolos en agua durante 48 horas para activar la producción de raíces blancas. Luego plantamos en un recipiente hecho de fibra de coco y turba, bien humedecido, manteniendo la humedad constante hasta que veamos que hay movimiento en los cogollos de la parte aérea, señal de que el esqueje ha arraigado bien.
Poda
La poda de camelia debe seguir el patrón de otras plantas con flores. Consistirá en realizar, después de la floración, una limpieza de ramas secas, dañadas o afectadas por parásitos y enfermedades, así como retirar hojas y flores secas.
También pueden aparecer brotes adheridos a la base del tronco que conviene retirar ya que drenan la energía de la planta. A su vez, también debe eliminar las ramas cruzadas o las ramas dirigidas hacia adentro. De esta forma mejoramos la ventilación del interior y evitamos la proliferación de hongos.
Este tipo de poda se realiza después de la floración o antes de la aparición de nuevos brotes, de lo contrario, existe el riesgo de dañar la futura floración.
Llagas y enfermedades
El género Camelia no está exenta de ser atacada por diversos grupos de insectos y arácnidos, así como por hongos y bacterias. Veremos una lista de posibles invasores y cómo deshacer el daño.
parásitos
Las especies más comunes son los insectos chupadores, que absorben la savia y debilitan la planta. Los ataques muy graves pueden causar la muerte de la planta, generalmente por una combinación de dolencias y presencia de enfermedades.
- Pulgones: Hay varios tipos de pulgones que afectan a las camelias. Se encuentran en nuevos brotes que comienzan a formarse a principios del verano.
- cochinillas: insectos de cuerpo blando, algodonoso, de color blanco y prácticamente inmóviles, que se posan sobre los tallos nuevos y absorben la savia de la planta.
enfermedades de la camelia
Existe una gran cantidad de hongos que pueden afectar a la planta, dividiéndolos en los que atacan la parte aérea (flores y hojas) y los que se consideran enfermedades del cuello y raíces.
La presencia de melazas (azúcares de la savia) extraídas de los insectos chupadores hace que los hongos de las hojas parezcan atrevidos, lo que también hace que la planta se debilite.
- Cánceres de la corteza: produce un rápido marchitamiento de las ramas, debido a la obstrucción de los canales linfáticos, secando por completo ramas enteras sin afectar otras partes de la camelia. Este hongo suele aparecer en condiciones de alta humedad e inundación de raíces, lo que provoca debilitamiento por asfixia de las raíces y falta de oxígeno en el medio.
- Mancha de pétalo: hay algunos hongos responsables de crear manchas en los pétalos de las flores, como Esclerotinia esclerotiorum o Azaleas de oveja. Generalmente son hongos que se presentan con condiciones de alta humedad ambiental, y se pueden prevenir con la aplicación foliar de cobre en sus diversas formas, como el caldo bordelés.
- Raíz podrida: con suelos encharcados y con poca oxigenación, las raíces comienzan a pudrirse y atraen hongos anaerobios, como Phytophthora.
Además, también existen algunas fitopatías que provocan la caída precipitada de las flores o los capullos hinchados. La causa podría ser la falta de luz o de nutrientes. En este último caso observaríamos las pequeñas hojas amarillas y un tamaño reducido de la planta.