Coníferas como Juniperus sabina son una excelente alternativa en todo tipo de jardines donde tratamos de tener espacios diferenciados, tapar los huecos del jardín e intentar optimizar el agua de riego.
Esta planta, también conocida como enebro rastrero, tiene un porte tupido, donde rara vez supera los 2 metros de altura y acepta fantásticamente podas y podas. Su mantenimiento es muy sencillo y es bastante duradero en un amplio rango de temperaturas y diferentes zonas climáticas.
Por eso y por todo lo que te vamos a contar a continuación, Juniperus sabina se convierte en una fantástica planta ornamental que combina muy bien con otras plantas con flores y árboles frutales. En este artículo te contamos sobre los características principales del enebro rastrero y una guía de sus principales tratamientos.
Características del arbusto Juniperus sabina (enebro rastrero)
Juniperus sabina es una conífera de porte bajo, aspecto bajo y geometría más ancha que alta, en la mayoría de los casos no supera el metro de altura.
Su el crecimiento es lento, formando ramas redondeadas horizontales que aceptan muy bien la poda. La corteza del árbol es de apariencia marrón, con tonalidades grisáceas. Como es habitual en las coníferas, sus hojas son perennes, de color verde intenso y con una floración que se produce a finales de verano y se prolonga hasta la primavera siguiente.
Debido a su bajo mantenimiento y reducida necesidad de riego, esta conífera encaja perfectamente en un jardín xerofítico o con condiciones de poca agua.
taxonomía
- Pedido: Pinales
- Familia: Cupresáceas
- Tipo: enebros
- Especies: Juniperus sabina
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Juniperus sabina guía de cuidados
A continuación, nos familiarizaremos con los principales cuidados de esta conífera para cultivarla en cualquier lugar del jardín, ya que sus condiciones de mantenimiento son muy bajas y se considera un arbusto resistente.
Por otra parte, dado que su crecimiento es lento, puedes plantarlo durante muchos años en macetaspero siempre pensando en la exposición al aire libre.
Dónde encontrar nuestro enebro rastrero
plantaremos la nuestra Juniperus sabina al aire libre, en uno área bien iluminada y también en pleno sol. Esta conífera aguanta todo tipo de excursiones climáticas y resiste muy bien las temperaturas bajo cero (incluso las heladas) y las temperaturas muy altas en verano.
A nivel de localización, el Ambiente mediterráneo favorece las mejores condiciones de desarrollo para Juniperus sabina. Si en verano suele haber temperaturas muy altas, que superan fácilmente los 40ºC, lo mejor es colocarla en una zona de semisombra.
tipo de suelo
La sabina trepadora se adapta muy bien a todo tipo de terreno, independientemente de su consistencia y rango de pH. Suele crecer en suelos calcáreos con alta presencia de calcio y magnesio. No importa si el suelo es más o menos pedregoso, pero se requiere un mínimo de drenaje, por lo que es mejor su cultivo en suelos arcillosos o arenosos que arcillosos.
Evitar la acumulación de humedad en el suelo, que es particularmente frecuente en estructuras arcillosas. Para mejorar el drenajees recomendable añadir arena gruesa al hueco junto con materia orgánica y comprobar la cantidad de agua suministrada.
caracteristicas del riego
El encharcamiento es una de las peores condiciones para este arbusto rastrero acostumbrado a las condiciones de sequía, lo que provoca la pudrición de la raíz y la marchitez del tallo. Por ello, debemos tener en cuenta la consistencia de nuestro suelo antes de definir el tiempo de los goteros.
En general, riegos de 30 minutos con una frecuencia de 2 a 3 veces por semana en primavera y verano son más que suficientes para mantener Juniperus sabina en perfectas condiciones.
como fertilizar Juniperus sabina
En general, la adición de fertilizantes no es necesaria y anualmente reponemos materia orgánica alrededor del tronco principal. Si vemos que físicamente necesita un estímulo, podemos recurrir a fertilizantes granulados. A finales de invierno o principios de primavera, podemos añadir un fertilizante NPK alto en nitrógeno a razón de 50 gramos por planta, volviendo a aplicar la misma cantidad a mediados de verano.
Finalmente, después del verano, es bueno añadir materia orgánica en forma de estiércol o compost, a razón de 2 kg por arbustoque se descompondrá lentamente para mejorar la estructura del suelo y liberar nutrientes en los meses en que el arbusto está menos desarrollado.
Multiplicación del enebro rastrero.
El enebro rastrero se multiplica por sus semillas, proceso que normalmente se produce en primavera o finales de verano si el clima es mediterráneo. Estas semillas se encuentran en el interior del fruto, a razón de 2 o 3 por baya.
Esta planta sin embargo, requiere la estratificación de la semillaen un proceso que puede llevar más tiempo del que permite nuestra paciencia, y muchos recurrirán a la compra de un nuevo ejemplar en el vivero.
Para sembrar tus semillas, retiraremos la capa externa endurecida que impide que emerja la plántula. Normalmente, la humedad o los ácidos se utilizan para eliminar la cutícula. Si no tenemos ácido, el proceso se ralentiza pero aún puede ser viable. Eso sí, es recomendable utilizar más semillas por si alguna falla.
Posteriormente necesitan un período de 4 meses de estratificación a 4 ºC, por lo que guardarlos en nuestro frigorífico en condiciones semihúmedas (en un recipiente con papel absorbente) puede funcionar. Pasado este tiempo, las semillas se siembran en una maceta con sustrato poroso bien hidratado.
En general, se estima que el poder de germinación no es excesivamente alto, en torno al 50%.
Poda y mantenimiento general
Juniperus sabina es un especies de bajo mantenimiento. En el caso de que intentemos darle una forma concreta, realizaremos la poda a finales de invierno, antes de la llegada de la brotación.
En cuanto a plagas y enfermedades, presta mucha atención a los ambientes inundados, ya que el hongo puede proliferar Phytophthoraque provoca lo que se conoce como «pardeamiento de las coníferas» y que se resuelve con la aplicación de fosetil de cobre y aluminio.
En cuanto a los insectos, la plaga más común de este tipo de plantas es el cochinilla algodonosa, situada sobre los tallos nuevos y con un color blanco que destaca sobre el verde de la planta. Suele tratarse con insecticidas o jabón potásico, aunque requiere de varias aplicaciones foliares para controlar la plaga.
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