Rosa de Jericó: cura

La llamada rosa de Jericó es una de las plantas más extraordinarias y extraordinarias que podemos cultivar en interior. Este helecho está tan adaptado a la sequía que puede secarse por completo y volver a la vida cuando vuelve a recibir agua. Si quieres aprender a hacerte a ti mismo cuidado de la rosa de Jericó en un jarrón, sigue leyendo en este artículo de EcologíaVerde sobre una de las plantas más singulares del mundo.

Características de la Rosa de Jericó

También llamada planta de resurrección o doradilla, y bajo el nombre científico Anastatica hierochunticaesta planta tiene una de las adaptaciones más extremas a la sequía que se puede encontrar. Gracias a su enorme resistencia, es un cultivo ideal para jardineros inexpertos, que no deben dejarse impresionar por su exotismo.

Este helecho de la familia Brassicaceae tiene su origen en los desiertos de Palestina, Arabia y Egipto, donde tradicionalmente ha sido una planta considerada de propiedades mágicas y sagradas y se ha utilizado en todo tipo de rituales de purificación o adivinación. Es una especie pequeña que rara vez supera los 15 cm de altura.

Su mayor peculiaridad es su particular estrategia contra la sequía: cuando la planta es sometida a un clima seco, retrae tanto sus pequeñas raíces como su parte aérea, formando un pelota que parece seca y muerta. En este estado, y debido a su forma y su escaso peso, el viento puede llevársela haciéndola rodar hasta llevarla a una zona más húmeda, donde la planta renacerá echando raíces y recuperando color y vitalidad. La flor de Jericó es capaz de hacer estos cambios de estado incluso después de años en la fase seca, por lo que es tan fácil de cuidar.

Ubicación y clima de la rosa de Jericó

Uno de los puntos más importantes a la hora de saber cómo cuidar la Rosa de Jericó es su ubicación. Esta planta resistente se ha adaptado a algunos de los desiertos más cálidos y secos del mundo, lo que le permite resistir la luz solar directa de los climas más cálidos. Necesidades luz durante al menos 8 horas al día y, aunque puede soportar sin problemas la incidencia directa, también puede crecer y desarrollarse con luz indirecta siempre que sea abundante.

Otra cura de la rosa de Jericó involucra la temperatura. No es de extrañar que en una planta tan desértica es intolerante a las heladas. De hecho, la rosa de Jericó debe estar a temperaturas superiores a los 16ºC, por lo que las heladas o descensos drásticos de temperatura, aunque sean puntuales, pueden hacerle mucho daño o incluso matarla.

Una curiosidad sobre la rosa de Jericó es que es posible cultivar este helecho de una forma particular: completamente sumergido en agua. Veamos cómo hacer esto en la siguiente sección sobre el cuidado y riego de las flores de Jericó.

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Riego por la Rosa de Jericó

Una rosa de Jericó en maceta requerirá un riego diferente según el clima o la estación en la que nos encontremos. Como esto:

  • En el meses más cálidos: normalmente necesitará 2-3 riegos semanales si queremos evitar que entre en su fase de sequía, para que aparezca verde y con toda su belleza.
  • En el estaciones del año o en climas más húmedos: los riegos pueden ser más espaciados. También es habitual colocar un platillo debajo de la maceta y llenarlo de agua, para que la planta absorba la humedad por los agujeros de drenaje.
  • En climas extremadamente cálidos o secos: La planta agradecerá el agua rociada sobre sus hojas una o dos veces al día, además del riego.

Sin embargo, como hemos comentado, hay quienes cultivan esta planta de una manera especial, comprándola completamente seca para meterla en un acuario o en un estanque y ver lo rápido que revive. Cuando se trata de cómo cuidar la Rosa de Jericó en el agua, solo cambia el agua de donde suele estar, logrando sobrevivir bajo el agua de esta manera. Básicamente, es imposible regarlo demasiado.

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Abono para la Rosa de Jericó

Como el último cuidado de la rosa de Jericó, podemos hablar de fertilizante. Aunque la planta estrictamente no necesita fertilizaciones frecuentes, agregar nutrientes ayudará a asegurar que se mantenga fuerte y florezca cuando llegue el momento. Lo mejor es utilizar abono orgánico como humus de lombriz o compost, que será suficiente para añadir al sustrato a principios de primavera, cuando lleguen las altas temperaturas. Sara una contribución anual es suficienteque no requiere solicitudes más regulares.

Te explicamos cómo hacer humus de lombriz en este artículo.

Sustrato para la Rosa de Jericó

La planta no es nada exigente en cuanto al tipo de suelo, pudiendo crecer y desarrollarse prácticamente en todo tipo de sustratos y suelos comunes. Los suelos ácidos o de pH bajo tampoco serán un gran problema para ella.

Si lo que quieres es dotarla de las condiciones ideales, puedes optar por un sustrato suelto, aireado y ligero, enriquecido con materia orgánica como el humus de lombriz. La mezcla universal de turba, fibra de coco y humus a partes iguales funcionará a la perfección, enriquecida como siempre con vermiculita y perlita.

Descubre más sobre la fibra de coco para plantas: propiedades y cómo prepararla en este otro post que te recomendamos desde EcologíaVerde.

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