Asociación de cultivos: cómo potenciar tus plantas

Cuando plantamos diferentes verduras, frutas, hortalizas y hierbas en un jardín, vemos como hay algunas especies que se desarrollan más rápido que otras. Como si se apoyaran en el crecimiento y hubiera sinergias entre ellos. Además, también puede ocurrir lo contrario. Esto es lo que se conoce como asociación de cultivos y, aunque no es algo imprescindible a tener en cuenta para el aprovechamiento del espacio de nuestro jardín, si lo planificamos bien podemos aumentar la producción.

Ya sea por su tamaño, la forma en que crecen sus raíces o su capacidad para repeler diversas plagas, la combinación de cultivos te permite combinar plantas diferentes de diferentes familiastambién aromáticas y medicinales, potenciándose mutuamente o, al menos, sin influirse mutuamente.

En este artículo te explicaremos qué es asociar diferentes cultivos y plantarlos juntos, tanto en el jardín como en las mesas de cultivo.

¿Qué es el cultivo intercalado?

Si bien ya hemos dado algunas pinceladas sobre el significado de las culturas asociativas, continuaremos hablándote de ellas. Como sabes, un suelo o sustrato tiene recursos limitados, tanto en el espacio como en la capacidad de almacenar agua y nutrientes. En este último caso, tenemos que reemplazarlos continuamente.

Si plantamos dos especies juntas consumen los mismos nutrientes, y esto suele pasar cuando pertenecen a la misma familiamultiplicamos el consumo de estos minerales en una misma zona, mientras que en otra parte de nuestro jardín o mesa de cultivo habrá mayor acumulación de este nutriente.

Lo mismo sucede con el arquitectura raíz, tamaño (para dar sombra o protección contra el viento), asociación con microorganismos (hongos y bacterias) o consumo de agua. Por tanto, si repartimos bien nuestro jardín con varias plantas heterogéneas, equilibramos todas estas variables y potenciamos su crecimiento.

Hasta ahora hemos hablado de asociación de cultivos para evitar una pérdida de producción, pero ¿podemos aumentarla si combinamos bien diferentes plantas? Este concepto ha sido estudiado como recomendación en una gran cantidad de libros de horticultura, también es algo que se introduce en la formación en jardinería a través de cursos online.

Si combinamos especies aromáticas, con un alto contenido en sustancias fitoactivas que emiten aromas al ambiente, junto con plantas como pimiento, tomate u otras, podemos beneficiarnos de evitar la presencia de insectos chupadores como mosca blanca, pulgón o cochinillas, entre otros.

Aunque las plantas aromáticas no tienen la capacidad de evitar su presencia, es un estorbo o una molestia, por lo que huirán a otras plantas “más cómodas”, si las hay.

Asociación de cultivos y compatibilidad entre plantas

Asociar cultivos con diferentes aportes de nutrientes

En general podemos mezclar diferentes plantas según sus familias, como por ejemplo solanáceas (tomate, pimiento, berenjena, etc.) con otras familias, como legumbres o el compuestas. De esta forma se equilibra el consumo de nutrientes y también se puede transferir nitrógeno en el caso de las leguminosas, donde asociadas a microorganismos rizobicos son capaces de producir hasta un 20% o 30% de sus necesidades de nitrógeno y transferirlo al medio ambiente.

Una planta con un alto consumo de potasio (como un cultivo de tomate) junto con una planta con un mayor consumo de nitrógeno (como un cultivo de lechuga), es una combinación adecuada para equilibrar los recursos limitados del suelo o sustrato.

Mezcle plantas de crecimiento lento y rápido

Combinar plantas con diferentes hábitos de crecimiento no ayuda al crecimiento, pero nos permite optimizar el espacio en nuestro jardín. Esto, en un balcón o en una mesa de cultivo, es fundamental ya que partimos de una pequeña superficie sobre la que trabajar.

UN ejemplo clásico es la combinación de una lechuga con una planta de producción posterior, como tomate o pimiento. Para cuando empecemos a cosechar una planta de pimiento recién trasplantada, unos 70-80 días después, ya habremos cosechado nuestra lechuga, si es un cultivo de verano.

Emparejar plantas con diferente crecimiento de raíces.

El desarrollo radicular es una parte muy importante en el mantenimiento de los nutrientes y el agua de cualquier planta, es por ello que siempre debemos facilitar la tarea para que produzca la mayor cantidad de pelo absorbente.

Hay plantas hortícolas que se especializan en la producción de raíces más superficiales, en comparación con otras que tienen raíces primarias y no emiten muchas raíces superficiales. La combinación perfecta en el cultivo intercalado es juntar ambas plantas para que no haya impedimentos para el desarrollo de sus raíces.

¿Un ejemplo? Planta de tomate (raíces más profundas y menos profundas) con lechuga (pocas raíces) con zanahorias o rábanos (raíces pivotantes).

Combina plantas de diferentes tamaños.

La asociación de cultivo según el crecimiento y tamaño de las diferentes plantas garantiza el acceso equitativo a la luz en todo tipo de plantas. Del mismo modo, podemos aprovechar la sombra que generan las especies de árboles altos con una gran densidad de hojas para generar sombra para aquellas plantas que se ven afectadas por la luz solar directa.

Existen especies rastreras, como muchas plantas aromáticas o cucurbitáceas (melón y sandía), que se adaptan perfectamente a plantas que crecen en vertical, como judías, tomates, berenjenas, pepinos, etc.

Tipos de cultivos asociados

La asociación de cultivos se suele realizar entre un gran número de especies y no todas deben ser necesariamente hortalizas, frutas u hortalizas. En él también se pueden asociar plantas aromáticas y medicinales, como recomendaba en su momento John Seymour, en el horticultor autosuficiente.

La asociación más práctica es reconocer la varias familias que podemos encontrar:

  • Legumbres: guisantes, frijoles, habas, soja.
  • Crucíferas: col, col lombarda, coles de Bruselas, coliflor, brócoli, brócoli, col forrajera, nabos, nabos, rábanos, berros.
  • solanáceas: patata, tomate, pimiento, berenjena.
  • Umbelíferas: zanahoria, chirivía, apio, apio nabo, perejil, hinojo.
  • liliáceas: cebolla, puerro, espárragos, ajo.
  • Quenopodiáceas: remolachas, espinacas, acelgas,
  • Cucurbitáceas: pepino, calabaza, calabacín, melón, sandía,
  • Compuestos: lechuga, achicoria, escarola, diente de león, alcachofa, cardo, maíz, ruibarbo.

Cultivos erectos: tomate, pimiento, guisante, berenjena, pepino, habas, maíz, coles de Bruselas

Cultivos horizontales: melón, sandía, zanahoria,

Cultivos de crecimiento de sustrato: patata, zanahoria, rábano, puerro, cebolla, ajo, remolacha

Cultivos que ocupan mucho espacio: alcachofas, brócoli, calabacines, calabaza, coliflor

Cultivos trepadores: acelgas, espinacas, escarola

tabla de asociaciones

Una tabla muy fácil y sencilla de entender es la que proporciona el yacimiento de La huertina de Toni, con una gran variedad de cultivos para poder comprobar si la asociación con otras plantas es adecuada o es mejor evitar el contacto en el jardín. o mesa de cultivo. ..

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