Aunque es muy habitual poder utilizar cualquier zona de terreno para plantar hortalizas más populares como el pimiento, el tomate, la sandía o la lechuga, también es importante saber como sembrar ajo.
Una planta que podemos plantar cuando no tenemos muchas otras alternativas, debido a las temperaturas, y que podemos utilizar de forma extensiva en la cocina, tanto por su característico sabor como por la larga duración de la flor si la conservamos bien.
En este artículo pretendemos contar las claves y consejos para aprender a plantar ajos, cultivarlos, abonarlos y conseguir una cosecha a la altura de nuestro trabajo.
¿Deberíamos empezar?
Cómo plantar ajo en el jardín.
Cantidad recomendada de agua
Al planificar cómo plantar ajo, debemos tener en cuenta dónde vivimos para proporcionar un riego conveniente.
Dependiendo de si nuestra zona es más cálida o más fría y, sobre todo, de las precipitaciones durante el ciclo de plantación, tendremos que hacer nuestro aporte.
En general, se establecen los siguientes criterios a la hora de regar, con un consumo de agua entre 2.000 y 2.500 m3/ha (250 L por metro cuadrado). Esto, sumado a las precipitaciones, es más que suficiente para obtener un alto rendimiento productivo, evitando siempre añadir más de 3.000 m3/ha.
No todos los meses vamos a suministrar la misma cantidad de agua. El secreto de cómo plantar ajo con éxito dependerá de un buen manejo del riego y, por supuesto, del manejo de los fertilizantes.
Cómo sembrar ajo al plantar. Fundamental es la disposición del diente de ajo en el suelo. El secreto está en colocar la parte más ancha, la que tiene el pelo, en contacto directo con el suelo, en la parte de abajo. La parte de arriba del ajo, la que termina en forma de espiga, será la que quede encima.
Si se planta boca abajo muchas brotarán sin mayores problemas, aunque no todas. El tallo, que emerge desde arriba, tendrá que girar (fototropismo) y estirarse hasta llegar a la superficie. Esto supone un gasto adicional de energía que no todos los dientes podrán cumplir.
Cómo plantar ajos según el tipo de suelo
El ajo se planta a una profundidad media de 4-5 cm, aunque varía dependiendo de la consistencia del suelo.
Suelos arenosos: 6 cm de profundidad
Suelos arcillosos: 5 cm de profundidad
Suelos arcillosos: 4 cm de profundidad
Cómo cultivar ajo en casa.
Si bien suena utópico, no necesitamos medios especiales para cultivar ajo en casa. No es muy común, pero si tenemos un pequeño balcón o una terraza podemos recoger algunos terrones al final del ciclo.
Una de las formas más tradicionales de cultivar ajo en casa es a través de los vasos o mesas de cultivo.
Para plantar ajos, de forma sencilla, seguimos el siguiente procedimiento:
Elegimos una cabeza de ajos, sin daños ni heridas. Con cuidado, sacaremos todos los dientes para cultivarlos de forma independiente en cada maceta. Si esta es grande, podemos poner de 2 a 3 dientes de ajo por recipiente. La distancia mínima de separación entre diente y diente será de al menos 10 cm.
Ten en cuenta que la superficie de la maceta, contenedor o mesa de cultivo debe tener una profundidad mínima de 15 cm.
La olla o recipiente debe tener agujeros en el fondo para permitir que el agua se drene fácilmente. La falta de drenaje es muy peligrosa en el cultivo del ajo y puede provocar pudriciones.
El diente de ajo tiene dos partes. La que irá a la parte más superficial es la más puntiaguda, de donde irá el tallo vegetal hacia la parte aérea.
Entierre el diente aproximadamente a 5-8 cm de profundidad. Recuerda que la parte más delgada es la que debe quedar hacia arriba.
Riega un poco, humedeciendo el sustrato y coloca la maceta sobre una superficie plana que permita la luz y el sol durante al menos 6 horas al día.
Todo esto que hemos comentado, de forma sintética y visual, lo podéis ver en el siguiente vídeo donde nos ayuda con unos trucos de cómo plantar ajos en macetas. ¡Divertirse!
Una de las formas más tradicionales de cultivar ajo en casa es a través de los vasos o mesas de cultivo.
Consejos a tener en cuenta sobre cómo plantar ajo
Mucho cuidado con el exceso de riego. El ajo es prácticamente un cultivo lluvioso y no le gusta el exceso de humedad. Riegue solo cuando la tierra esté prácticamente seca y no se pegue a la mano.
La planta tolera bien las bajas temperaturas, pero trata de evitar las inferiores a 0ºC.
El truco para cultivar ajo con éxito es sembrarlo de forma que, durante su desarrollo, las temperaturas nocturnas no superen los 16ºC.
Cuándo plantar ajo
El momento ideal para plantar ajo está relacionado con un período de temperaturas frescas en las primeras etapas de desarrollo.
Sin embargo, cuando la cabeza ya está formada y gana peso poco a poco, las temperaturas deberían ser más cálidas.
Con estos parámetros, el período ideal para plantar ajo es enero y febrerocon temperaturas medias diurnas entre 6 y 10 ºC.
Si hablamos de climas muy fríos donde es normal tener temperaturas diurnas por debajo de los 5 ºC, retrasaremos la siembra unas semanas más.
La siembra del ajo morado plantado en época fría, como la de Castilla y La Mancha, se realiza entre finales de diciembre y principios de enero, con un clima lo suficientemente frío para favorecer su germinación.
De esta forma, la recolección de este ajo se produce en los meses de junio, julio y agosto.
Sembrar ajos tiernos
El proceso de plantación de los ajos tiernos también es similar al del cabezal tradicional, solo que el marco de plantación es más pequeño porque el fruto es mucho más pequeño.
Asimismo, la fecha de siembra de los ajos tiernos debe ser en época de frío, en mes de enero. Con esta fecha, la cosecha estimada es para junio.
Podemos aprovechar los dientes de ajo tradicionales para plantar ajos tiernos. Sin embargo, lo ideal es elegir las más finas y las más pequeñas. Los grasos se pueden utilizar para el ajo tradicional.
Variedades de ajo para plantar en el jardín.
Repartidas por todo el mundo, existen una gran cantidad de variedades de ajos, que no se limitan a unos pocos colores.
Aunque el ajo negro está muy de moda actualmente por sus propiedades beneficiosas y su contenido en antioxidantes, tenemos una lista de varias opciones de las cuales te hablaremos a continuación.
ajo blanco
El municipio es conocido por todos. Sabor suave y persistente. Un sabor especiado y un aroma muy consistente.
ajo negro
Una vez recolectado el ajo blanco, se somete a un proceso de fermentación del que obtiene su color característico.
La fermentación del ajo negro dura 1 mes y con ella adquiere aún más antioxidantes y sustancias beneficiosas. El sabor es diferente al del ajo blanco, más ligero y con una textura diferente al consumirlo, por lo que también se puede comer fresco.
ajo morado
Es un ajo que, en cuanto a sabor, no tiene nada que ver con las notas fuertes y especiadas del ajo rosa o violeta. Es mucho más suave y esto hace que su uso crudo en ensaladas de tomate sea típico.
Su conservación es menor que la del ajo común o el ajo blanco, pero ofrece un sabor diferente y algo más picante.
ajo morado
Tiene un sabor bastante fuerte, totalmente diferente al ajo morado. Se siembra en invierno (prácticamente en noviembre) y se recolecta bien en el primero (de mayo a junio).
Este ajo se usa comúnmente para freír y mezclarlo con papas u otras verduras.
ajo rosado
Aunque su color nos engañe, es uno de los sabores más profundos de todas las variedades existentes. Su siembra se realiza entre marzo y junio, recogiendo a principios de invierno.
Por las particulares características de su sabor, el el ajo rosado se suele comer fresco.
ajo moreno
Es una familia de ajos de sabor y textura suave, como el morado. Usualmente se utiliza tanto para hacer aliolis como para incorporarlo a guisos y frituras.
ajo rojo
El ajo rojo es un cruce entre el ajo rosado (de sabor ligero) y el ajo morado (de sabor bastante fuerte). Generalmente se utiliza como condimento en guisos.
Llagas y enfermedades
El cultivo del ajo se ve afectado por un alto número de parásitos y enfermedades. Para ello, en los cultivos convencionales, se suele impregnar la semilla (el diente de ajo) con fungicidas, para evitar la pudrición o la aparición de enfermedades en los primeros estadios de desarrollo.
- nematodos ( Ditylenchus dipsaci)
- gorgojo del ajo ( Brachicerus algirus F.)
- podredumbre blanca ( esclerotium cepivorum Imbécil.)
- fusarium ( Fusarium proliferatum Y Fusarium oxysporum)
- Óxido ( Puerros de puccinia Siembra.)
beneficios del ajo
Sabiendo cómo plantar ajos (ya sea en el jardín o si te has atrevido a cultivarlo en macetas), ahora es bueno conocer los beneficios de su consumo.
Aunque el ajo está presente de forma importante en la dieta mediterránea, muchas veces desconocemos el más allá de estos productos. En cuanto al ajo, tiene una alta concentración de compuestos activos que estimulan y previenen enfermedades de nuestro organismo.
compuestos activos
- Fructosanos
- Aceites esenciales: ajo, aliina, sulfóxido de alicisteína
- Vitaminas A, B1, B2, B6 y C
- adenosina
- Sales minerales: hierro, silicio, azufre y yodo
Abundante sanidad de frutos (hasta un 75%). Aceite esencial (0,2-0,3%): ajo, aliina o alilcisteína sulfóxido (1%), que es hidrolizado por la alinasa produciendo alicina (responsable del olor característico del ajo), que se transforma rápidamente en disulfuro de alilo*. Pequeñas cantidades de vitaminas (A, B1, B2, B6, C), adenosina, sales minerales: hierro, sílice, azufre, yodo.
- Está científicamente comprobado que el ajo ayuda a reducir el colesterol.
- Mejora la circulación sanguínea y previene la hipertensión.
- Mejora la digestión (pese a ser un alimento que “se repite”).
- Actúa como desinfectante.
- Sus propiedades anticancerígenas están siendo estudiadas contra los cánceres digestivos y del sistema gastrointestinal.