El origen de la vida vegetal se encuentra en la semilla. Es la forma más sencilla y práctica de almacenar y proteger la variabilidad genética, así como de alimentar al mundo.
De hecho, hay muchos bancos de genes así como la Bóveda Global de Semillas de Svalbard para proteger el futuro de la vida en caso de una catástrofe nuclear o de otro tipo.
El hecho es que tenemos la oportunidad de poder germinar semillas de todo tipo, y aquí casi no hay límites. Sí, es cierto que hay especies que tienen un bajo poder de germinación o tardan mucho en hacerlo, pero en ningún caso es imposible si contamos con los materiales necesarios y la paciencia.
Podemos hacer brotar semillas de árboles frutales, hortalizas, plantas medicinales y mucho más. En este artículo queremos reunir las principales técnicas y consejos sobre proceso de germinaciónpara que suceda de la forma más sencilla posible.
Cómo germinar semillas en una bandeja
elección de bandeja
Una forma adecuada de controlar la temperatura y la humedad a nuestro gusto es germinar las semillas en bandejas planas. Cualquier superficie de plástico que retenga la humedad servirá, así que tienes muchas opciones y no necesariamente tienes que gastar dinero.
Sin embargo, es interesante que haya agujeros en la base, para que se pueda eliminar el exceso de humedad y las semillas no se pudran.
Use un sustrato seguro para semillas
¿Cuál es el sustrato ideal para las semillas? ¿Hay alguno en concreto y los demás no funcionan? No, lejos de eso. Lo único que requiere una semilla cuando germina es humedad y la ausencia de sales o conductividad.
En cuanto a esto último, es necesario evitar sustratos universales baratos (ya sabes dónde comprarlos), ya que están formulados con una alta carga de sal. En muchos casos nos ha pasado que la semilla logra germinar, pero al cabo de 5 o 10 días se colapsa sin motivo aparente.
Y evidentemente hay un motivo, el exceso de sales. Una conductividad superior a 2 mS/cm compromete seriamente el desarrollo de la raíz principal, que es muy sensible y está compuesta por menos de una celda de ancho, por lo que cualquier estrés provoca su deterioro.
Buena retención de humedad: muchos sustratos universales actualmente tienen una mezcla de fibra de coco o perlita, materiales que absorben muy bien la humedad, pero permiten una buena oxigenación del sustrato.
Sin acumulación de sales: evita sustratos baratos o marcas que no sean de referencia. A su vez, lava la fibra de coco que suele provenir de zonas costeras y ambientes salinos, arrastrando grandes cantidades de sal.
A partir de aquí, llenamos las bandejas que utilizaremos con el sustrato que cumpla estas condiciones.
Humedecer el sustrato
El siguiente paso primero introducir la semilla en el compost o en el sustrato es para hidratarlo. Debemos elegir medios de aplicación que permitan reducir el tamaño de la gota de agua, para que no se mueva ni desplace el soporte y lo impregne.
Un rociador o regadera con boquilla reducida son herramientas útiles para germinar semillas. Si usamos el pulverizador, debemos estar seguros de que hemos empapado todo el sustrato y no solo la superficie, ya que la semilla quedará enterrada a unos centímetros de este, y no puede estar seca.
Encuentra las mejores semillas
Hay muchas marcas en el mercado con semillas de todo tipo. Especies hortícolas, frutales, bulbos, etc. De hecho, de cada tipo de hortaliza, por ejemplo, puedes encontrar diferentes variedades para plantar.
Debe considerar el calendario ideal, ya que no todos tienen lugar en la primavera. Algunas necesitan un poco más de frío para germinar u otras también requieren el proceso de estratificación.
Este último paso es pasar por un proceso previo para enviar señales de germinación. Puede ser el frío de un refrigerador, la humedad o incluso quitar la cubierta de la semilla con calor o ácido.
Dispones de una amplia gama de semillas para sembrar, que puedes encontrar en tiendas online, supermercados o montar tu propio banco de germoplasma privado.
Introducir las semillas en la sartén con el sustrato.
El paso más simple pero no menos importante es sembrar las semillas, distribuidas uniformemente a lo largo y ancho de la bandeja.
No hay un marco de plantación preestablecido, aunque se aconseja no agrupar más semillas en el mismo hueco.
Tenga en cuenta que algunas semillas deben estar en una ubicación exacta para facilitar su germinacióncomo muchas semillas de palma o semillas de cítricos.
En el caso de la mayoría de las plantas hortícolas, no es necesario respetar una posición y puede introducirse en el sustrato por distensión. No obstante, es bueno consultar alguna información sobre semillas de cada tipo para facilitar la tarea.
Profundidad de siembra de las hortalizas principales
Pon las semillas en un lugar cálido.
Una vez colocadas las semillas en la bandeja con el sustrato, debemos buscar un ambiente cálido, con poca diferencia de temperatura y una humedad ambiental adecuada.
En muchos casos un cubierta de plástico transparenteque simula un invernadero, llegando a acumularse unos grados más que en el exterior y aumentando la humedad relativa (sobre todo cuando se evapora parte del agua del sustrato).
Esta última técnica acelera la germinación en pocos días, consiguiendo la combinación perfecta de humedad y temperatura.
Exponga las semillas a la luz tan pronto como germinen.
El punto más complicado cuando se trata de la germinación es justo después de que la plántula sale de la semilla. Si la iluminación es excesivamente tenue o muy oscura, el tallo de la plántula se estirará en exceso y debilitará la aparición de nuevas hojas.
Por otro lado, no podemos exponer las plántulas recién brotadas a la luz solar directa en la franja horaria más calurosa. Lo ideal es una zona con buena iluminación pero sin sol.
Riegos constantes y dosis bajas
Siempre debemos evitar encharcar el sustrato con el desarrollo de las plántulas. Por ello, la mejor técnica de riego es rociarlas con agua nebulizada, hidratando el sustrato pero evitando acumulaciones excesivas de humedad.
Necesitamos aumentar la frecuencia de aplicación pero disminuyendo la dosis aplicada. Este paso lo realizaremos cada 2 o 3 días, dependiendo del estado de humedad que mantenga el sustrato.
Recuerde que la plántula es muy sensible y apenas tiene una raíz pivotante blanca en desarrollo. Debemos evitar aplicar cualquier tipo de fertilizante hasta que la planta crezca un poco más.
Cuando la planta se desarrolla más hojas reales y tiene más de una raíz formada, podemos realizar el trasplante en el lugar definitivo, o incluso en bandejas individuales. Este último paso nos lo podemos saltar si en vez de utilizar una bandeja para colocar todas las semillas, las hemos repartido en distintos recipientes.
Siembra directa en el jardín.
Dependiendo de la rusticidad de la especie vegetal o del poder germinativo de las semillas, podemos realizar siembras directas en nuestro jardín.
Para ello no necesitaremos una bandeja de germinación ni un pulverizador ni mezclas de sustrato. Sólo buen tiempo, agua y buena iluminación.
Para sembrar las semillas en exterior, directamente en el suelo, es necesario realizar una pequeña preparación del suelo, evitando que haya grandes áridos de tierra o piedras que dañen la salida de las raíces.
Es una buena idea incorporar una base de compost o materia orgánica, ya que el suelo acumulará una temperatura más alta y promoverá la retención de humedad.